Osmorregulación

Carpa de agua dulce con osmorregulación

Uno de los procesos biológicos fundamentales en los seres vivos y, sobre todo, para aquellos que habitan en ecosistemas acuáticos es la osmorregulación, también conocida como equilibrio osmótico.

Todas las reacciones metabólicas necesarias para la vida tienen lugar en un medio acuoso o líquido. Para el correcto funcionamiento de dichas reacciones, es necesario que las concentraciones de agua y de solutos (todos aquellos compuestos orgánicos de bajo peso molecular que ayudan a mantener el equilibrio osmótico) oscilen dentro de unos márgenes relativamente estrechos, en un proceso llamado osmorregulación

Podemos definir a la osmorregulación como el método que mantiene la homeostasis del cuerpo, que no es otra cosa que la capacidad que tienen los organismos vivos para mantener estable su condición interna en función de los cambios que puedan producirse en el exterior a través del intercambio de materia y energía con el mismo.

Todo esto depende de una forma crucial del desplazamiento controlado de los solutos existentes en los líquidos internos y aquellos que se encuentran en el entorno. Esto nos conduce a que la regulación en el movimiento del agua juegue un papel fundamental.

Dicha regulación del movimiento del agua se lleva a cabo por ósmosis, que es un fenómeno físico basado en el movimiento de un líquido solvente el cual atraviesa una membrana semipermeable. Este fenómeno surge gracias a una difusión simple que no requiere gasto de energía y que se vuelve crucial para el correcto metabolismo celular de los seres vivos.

En definitiva, y a modo de resumen general, la osmorregulación nos ayuda a hacer que las concentraciones de solutos existentes en el interior de los organismos (ejemplo: células) y el ambiente que los rodea, tienda a equilibrarse mediante el movimiento y el flujo que atraviesa una membrana semipermeable. Tal circunstancia nos permite regular la presión osmótica (presión que se ejerce sobre con el fin de detener un determinado flujo de disolvente que penetra una membrana).

El equilibrio osmótico en animales

pez marino

En la mayor parte de animales, los fluidos que riegan las células son isosmóticos en comparación con los fluidos que cohabitan en el interior de las células. ¿Qué quiere decir esto?, pues que los fluidos de dentro y de fuera de las células tienen una presión osmótica muy semejante. Con esto se pretende evitar que la célula se hinche en exceso, tal y como ocurriría en una solución hipotónica, o que se arrugue, algo que sucede en las soluciones hipertónica.

Para poder mantener esos fluidos isosmóticos a ambos lados de la membrana plasmática, lo que hacen es utilizar grandes cantidades de energía con la que logran bombear Na+ desde dentro de la célula hacia fuera por medio de un transporte activo.

Las células animales ven en una solución isosmótica un medio apto para su correcto funcionamiento y desarrollo. Por su parte, en las plantes no es así. Las células vegetales que se encuentran en una solución isosmótica pueden padecer una fuerte pérdida de turgencia, puesto que estas células son capaces de retener en su pared celular cantidades altas de soluto con el que consiguen tener mayor volumen y elasticidad.

La osmorregluación en animales acuáticos

equilibrio osmótico

Los animales acuáticos han logrado adaptarse a una amplia amalgama de hábitats, que comprenden desde el agua dulce (con muy pocos solutos) hasta el agua de alta salinidad (enormes cantidades de solutos). Esto ha provocado que hayan tenido que enfrentarse a problemas de regulación del equilibrio osmótico muy dispares entre sí. Además, cabe mencionar que cada especie u organismo funciona dentro de un rango de concentración osmótica del entorno determinado.

En este caso, podemos distinguir entre:

  • Estenohalinos: organismos que toleran un rango estrecho de salinidad propia del entorno exterior, sin importar si este es agua dulce o agua salada.
  • Eurihalinos: organismos que toleran un rango mucho mayor de salinidad propia del ambiente externo, sin importar si se trata de agua dulce o agua salada.

Principalmente, existen dos vías básicas para conseguir la tan ansiada osmorregulación.

En primer lugar se nos presenta el osmoconformismo, el cual hace referencia a aquellos animales que están en equilibrio osmótico constante con el medio en el que viven, convirtiéndose en animales isosmíticos con su medio natural. Suelen ser organismos que se encuentran principalmente en agua dulce, aunque algunos también lo hagan en aguas poco salubres que contienen cierta salinidad.

Y, en segunda instancia, tenemos a los animales osmorreguladores, los cuales sí deben intentar mantener ese equilibrio osmótico con su entorno. Esto les implica un costo energético que varía dependiendo de la permeabilidad de la piel o superficie más externa del animal. También hay que mencionar que si la osmolaridad de los fluidos corporales es mayor que la del entorno, estamos ante un animal hiperosmótico. Sin embrago, si esta es mucho menor, diremos que es un animal hipoosmotico.

La osmorregulación en los peces de agua dulce

osmorregulacion-peces-de-agua-dulce

En los peces de agua dulce, la concentración de iones que alberga su cuerpo es ciertamente mayor que la presente en el agua. Esto provoca una constante difusión de agua que penetra a través del epitelio de las branquias y del resto de su cuerpo al interior.

Esto es regulable gracias a que el riñón de este conjunto de peces genera grandes cantidades de orina. A esto hay que sumarle que al tener una concentración de sales que la propia agua en la que viven, pierden electrolitos, que deben compensar absorbiendo sales por medio de sus branquias.

Pez Gato
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La osmorregulación en los peces de agua salada

osmorregulacion-peces-marios

En el proceso de osmorregulación de los peces de agua sala, o peces marinos, sucede todo lo contrario que en el de sus parientes de agua dulce. En este caso, el agua fluye constantemente por el interior del cuerpo del pez dirigiéndose hacia el exterior. Los iones que alberga el agua penetran al cuerpo de esta animal a través de las branquias. Esto nos puede conducir a un grave problema, que no es otro que el riesgo de deshidratación.

Con el fin de evitar deshidratarse, los peces marinos ingieren grandes cantidades de agua constantemente, y el exceso de sales que se genera es expulsado al exterior por medio de tres vías: las heces, la orina y las propias branquias.

El equilibrio osmótico, a priori, puede parecer algo muy arduo y complejo de entender. No obstante, es crucial para la vida, puesto que todos los organismos dependen de él. También es importante que sea conocido por todos aquellos amantes de los peces, ya que así pueden conocer mejor el comportamiento interno de sus animales. Esperemos haberles podido ayudar y aclarar ciertas dudas con respecto a este tedioso tema.


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