El pez tremielga o pez torpedo, también llamados tremielgas o tembladeras, es una especie solitaria y malos nadadores que suelen encontrarse enterrados casi por completo en la arena o fango, dejando sólo visibles los ojos y los espiráculos. Este pez se caracteriza por sus costumbres sedentarias y por su disco carnoso de bordes redondeados que resulta de la fusión del cuerpo con las aletas pectorales.
El cuerpo de la tremielga está deprimido dorsoventralmente, y las aletas pectorales, que son redondeadas, están fusionadas a lo largo de aquel, con el que forman un disco ligeramente achatado en su forma frontal.
Las aletas pélvicas, tambiñen redondeadas, aparecen por debajo de las pectorales, y están unidas a la mitad interior de la cola, que termina con una aleta caudal bien formada. Sobre la línea mediodorsal, la cola presenta dos aletas dorsales. Los ojos son muy pequeños pero prominentes, lo que le permite observar los alrededores con el cuerpo cubierto por completo de sedimento.
La boca medio arqueada, muestra pequeños dientes dispuestos en filas. La piel es lisa, y sobre el dorso existe un par de órganos eléctricos que produce fuertes descargas cuando la tremielga se siente acosada, esta descarga, aunque molestas, no son peligrosas para el hombre. Las corrientes más frecuentes oscilan entre los 45 y 80 voltios, aunque en determinadas situaciones y en ejemplares muy grandes pueden alcanzar los 220 voltios. Incluso las crías recién nacidas son capaces de producir descargas de unos 4 voltios.
Pueden producir descargas eléctricas a voluntad gracias a dos órganos de forma arriñonada y color claro que reciben el nombre de “electroplastos”. Estos órganos se sitúan en la parte delantera del disco, a cada lado de la cabeza.
La tremielga es una especie de hábitos nocturnos y se alimenta de organismos bentónicos. Es ovovivípara y la gestación dura unos diez meses y puede portar entre 5 y 32 embriones, en función del tamaño de la hembra.