Germán Portillo

Desde que era pequeño, siempre me sentí cautivado por el azul profundo del océano y la vida que alberga. Mi pasión por el medio ambiente y su conservación me llevó a estudiar ciencias ambientales, una decisión que amplió mi comprensión sobre la complejidad de los ecosistemas acuáticos y la importancia de preservarlos. Mi filosofía es simple: los peces, aunque a menudo se les vea como simples adornos, son seres vivos con necesidades y comportamientos complejos. Creo firmemente que se pueden tener peces como mascotas responsables, siempre y cuando se les proporcione un entorno que imite lo más fielmente posible su hábitat natural. Esto incluye no solo la calidad del agua y la temperatura, sino también la estructura social y la dieta adecuada, sin el estrés de la supervivencia en la naturaleza. El mundo de los peces es, en efecto, fascinante. Con cada descubrimiento, me siento más comprometido con mi misión de compartir este asombro y conocimiento con el mundo.