Durante el año 2025, el puerto de Barcelona ha sido escenario de una sucesión de avistamientos de delfines mulares que ha llamado la atención tanto de habitantes como de visitantes. A primeras horas del 26 de junio, cinco ejemplares sorprendieron a quienes paseaban por la zona, nadando a corta distancia de la escultura Miraestels de la Rambla de Mar. Su presencia, aunque breve y limitada a unos 15 minutos, no pasó desapercibida, ya que fueron numerosos los que se apresuraron a capturar el momento en imágenes y vídeos.
Estos encuentros no son un hecho aislado: en lo que va de año ya se han registrado nueve avistamientos de delfines en el puerto, una cifra notablemente superior al promedio anual, que suele situarse en torno a cinco casos. La última visita registrada antes de esta fecha fue apenas unos días antes, el 20 de junio, lo que sugiere que los avistamientos están ocurriendo con mayor frecuencia y en intervalos muy cortos.
La mayoría de estas apariciones han tenido lugar en los meses de marzo, abril, mayo y junio, lo que ha llevado a las autoridades portuarias a considerar la posibilidad de que sea un mismo grupo de delfines mulares el que se está desplazando por el litoral barcelonés de manera recurrente. En ocasiones consecutivas, como las jornadas del 9 y 10 de marzo o las de finales de abril y comienzos de mayo, el comportamiento y el número de animales avistados han sido similares, lo que refuerza esta hipótesis.
Protocolos para la protección de los delfines
Ante cualquier avistamiento, el Puerto de Barcelona activa de manera inmediata un protocolo de protección para minimizar el impacto de la actividad humana sobre los animales. Las recomendaciones principales para embarcaciones y personas que se encuentren cerca de los delfines son no aproximarse a menos de 60 metros, evitar navegar a velocidades superiores a cuatro nudos, abstenerse de realizar maniobras bruscas como dar marcha atrás o circular en círculos, y sobre todo, no alimentar ni intentar interactuar con los cetáceos.
El cumplimiento de estas directrices busca garantizar la seguridad y el bienestar de los animales, así como la continuidad de las operaciones portuarias sin incidentes. El puerto recalca la importancia de evitar cualquier acción que pueda alterar la ruta natural o el comportamiento de los delfines, como el exceso de ruido o el cruce en su trayectoria. Así, se fomenta una convivencia respetuosa entre la dinámica urbana del puerto y la biodiversidad marina.
Otras apariciones recientes y recomendaciones de expertos
Los registros oficiales muestran que estos avistamientos frecuentes no son habituales y, en algunos casos, se han observado grupos de hasta diez ejemplares, como ocurrió a finales de marzo en el Moll dels Pescadors. Los expertos recuerdan que, aunque la imagen de los delfines nadando entre embarcaciones resulta espectacular, es fundamental mantener la distancia y evitar cualquier persecución o acoso.
En situaciones excepcionales, como la aparición de un delfín muerto en la playa de la Mar Bella durante el mes de marzo, las autoridades insisten en no tocar a los animales ni intentar devolverlos al mar. La recomendación principal es avisar de inmediato al teléfono de emergencias 112, para que profesionales especializados puedan hacerse cargo y valorar el caso.
Este seguimiento riguroso por parte de las autoridades portuarias y organizaciones especializadas como la Fundació CRAM ha permitido que tanto los ejemplares vivos como los fallecidos reciban la atención necesaria, promoviendo una mayor conciencia sobre el cuidado y respeto de la fauna marina.
La presencia continuada de delfines mulares en la costa de Barcelona durante 2025 se ha convertido en un fenómeno que capta la atención tanto de científicos como del público general. La reactivación de protocolos y la implicación ciudadana en el respeto de las normas han sido clave para mantener una convivencia equilibrada y segura entre la actividad portuaria y la vida marina.