La suelta de erizos de mar en Xàbia se ha convertido en una de las acciones más destacadas este mes para la protección y regeneración del ecosistema marino de la Comunitat Valenciana. En un ambiente marcado por la colaboración entre administraciones públicas, comunidad científica y el sector pesquero, Xàbia acogió la liberación de cientos de erizos marinos criados en cautividad con el fin de devolverlos a su entorno natural.
Más allá del acto simbólico, el evento responde a la necesidad urgente de reforzar la población de erizos de mar, una especie fundamental para el equilibrio de los fondos marinos, que había sufrido un fuerte descenso en los últimos años por la sobreexplotación y otros factores ambientales.
Un proyecto pionero y colaborativo
En esta iniciativa confluyen los esfuerzos de la Conselleria de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, la Fundación Oceanogràfic y las cofradías de pescadores de Xàbia y Dénia. El objetivo principal es la recuperación de las poblaciones de erizos marinos mediante la reproducción en cautividad y la posterior suelta en la misma zona donde se recolectaron los ejemplares reproductores.
El conseller, Miguel Barrachina, destacó que con este proyecto piloto se reafirma el compromiso con la conservación del medio marino. «Este paso es clave para garantizar la sostenibilidad de nuestros ecosistemas costeros y pone en valor el trabajo conjunto de científicos y pescadores», subrayó.
El proceso incluye la cría y alimentación de larvas de erizo en las instalaciones del Oceanogràfic de València, nutriéndolas con microalgas hasta que alcanzan el tamaño óptimo para ser devueltas al mar. Participan activamente los pescadores, quienes, además de su labor diaria, se implican en las fases de engorde y reintroducción.
Resultados y recuento de ejemplares liberados
Durante la jornada se procedió a la liberación de 321 erizos de mar, todos ellos criados bajo supervisión científica. Junto a ellos también se soltaron nueve caballitos de mar recuperados y una tortuga marina rehabilitada tras ser capturada accidentalmente en redes de pesca de la zona.
La suelta contó con la presencia de autoridades como la alcaldesa de Xàbia, el responsable de pesca de la conselleria, directivos del Oceanogràfic y el patrón mayor de la cofradía local, quienes resaltaron la importancia de colaborar para alcanzar resultados tangibles en la protección de la biodiversidad marina.
Este tipo de acciones no solo favorecen la recuperación directa de especies amenazadas, sino que también actúan como una potente herramienta de concienciación social sobre la fragilidad del entorno marino.
Implicación de la comunidad y sensibilización ambiental
Los expertos insisten en que la colaboración del sector pesquero es fundamental para el éxito de estos programas y para asegurar que los ejemplares rescatados puedan volver en condiciones óptimas a su hábitat. La pesca tradicional en el Mediterráneo no solo es un motor económico y social, sino que también contribuye a la limpieza y preservación del mar: solo en el último año, los pescadores recogieron toneladas de residuos, en su mayoría plásticos, ayudando a la limpieza del Mediterráneo.
Durante el acto, se recordó la importancia de minimizar el contacto con fauna salvaje, evitar perturbar a los animales marinos, no usar flash en las fotografías de especies y dar aviso a los servicios de emergencia en caso de avistamiento de fauna vulnerable, para activar los protocolos de protección.
Defensa del sector pesquero y sostenibilidad
Junto a la recuperación ecológica, la suelta de erizos marinos en Xàbia sirvió de plataforma para reivindicar la necesidad de proteger la viabilidad económica y social del sector pesquero. Voces del sector criticaron la gestión europea en materia de pesca y reclamaron políticas que equilibren la conservación de los ecosistemas con el mantenimiento de la actividad tradicional.
Se enfatizó que es esencial adaptar la normativa a las necesidades reales del territorio, trabajando con las comunidades locales y la administración europea para garantizar un futuro sostenible tanto para la biodiversidad marina como para quienes dependen del mar para vivir.
El esfuerzo conjunto de instituciones, científicos y pescadores ha permitido avanzar en la protección de los erizos marinos y en la concienciación ciudadana sobre la importancia de cuidar el Mediterráneo. Acciones como esta evidencian que es posible encontrar un equilibrio entre el desarrollo humano y el respeto por la naturaleza, ofreciendo esperanza para la salud de los ecosistemas costeros.