Hoy vamos a hablar de una planta muy utilizada en los acuarios. Se trata del musgo de Java. Su nombre científico es Vesicularia dubyana y su dificultad a la hora de cuidarla es baja. Pertenece a la familia Hypnaceae y es originaria del Sudeste asiático.
Si quieres conocer todas las características y necesidades de esta planta de acuario, este es tu post 🙂
Características principales
Esta planta crece en los cursos de agua más lentos tropicales de Java Sumatra, Borneo y los archipiélagos colindantes. Prefiere las zonas más umbrías y puede sobrevivir a distintas profundidades. Normalmente se le ve por las orillas de los lagos y riachuelos.
Si su crecimiento es óptimo y se encuentra en buenas condiciones, esta planta es capaz de alcanzar tamaños tales que cubren todo el acuario. Al principio le cuesta crecer algo más por el proceso de aclimatación. Sin embargo, una vez están acostumbradas al ambiente del acuario, su ritmo de crecimiento es bastante acelerado.
Se trata de una planta tapizante con un porte bastante denso y crece en forma de filamentos. Son bastante alargados y está cubiertos por hojas muy pequeñas opuestas y puntiagudas. Las hojas están imbricadas como escamas y se entrelazan con otros tallos. Esto hace que la densidad de la planta sea mayor y se forme una masa esponjosa.
Esta estructura tan peculiar hace que sea un lugar adecuado para la puesta y desarrollo de pequeñas larvas de muchas especies de peces. Las hojas tienen un tamaño de alrededor de 1,5 mm de anchura y 5 mm de longitud, de forma irregular. En cuanto a su coloración, la más habitual de ver es el color verde claro o intenso. También se pueden observar tonalidades algo más oscuras, pero no es lo habitual.
Requerimientos de su plantación
Para que esta planta crezca en óptimas condiciones se necesitan cumplir algunos requisitos durante su etapa de plantación. No requiere ser plantada sobre un sustrato. Ellas prefieren desarrollarse sobre los objetos decorativos que se colocan en los acuarios. Gracias a esto, nos ofrece una ventaja a la hora de tener que elegir un sustrato adecuado. El arraigo de la planta se consigue fácilmente con un hilo de costura. Se puede «coser» la planta a los accesorios del acuario.
Una vez se ha plantado el musgo de Java, con el paso de los días se irá extendiendo por el objeto en el que ha sido fijado. Podremos ir viendo la evolución de la planta al observar que el objeto se va recubriendo por completo. Si queremos, podemos podar la planta para que adquiera la misma forma del objeto en cuestión. Para ello utilizamos una tijeras o directamente con las manos. Si lo hacemos correctamente, se podrá obtener una decoración impresionante.
Por otro lado, si queremos colocar la planta directamente en el fondo del acuario podemos utilizar pequeñas piedras y agarrarlas al sustrato. Esta vez tendremos que «amarrarla» a las piedras para que vaya cubriéndolas por completo.
Necesidades del musgo de Java
Esta planta necesita de algunos factores para que su crecimiento sea el correcto. La primera es la iluminación. Dado que en su hábitat natural prefiere umbría, aquí no va a ser diferente. Prefiere lugares a la sombra o con una iluminación artificial basada en unos tubos que beneficien la fotosíntesis. Si la iluminación es excesiva se puede perjudicar su salud y haer que sobre él crezcan algas verdes y lo asfixien.
Su especial morfología se presta a la invasión por parte de algas tapizantes o filamentosas difíciles de controlar y erradicar. En caso de que tengamos una invasión de algas tenemos que retirarlas antes de que ahoguen a nuestro musgo. Para ello no se debe emplear productos algicidas, ya que pueden afectar al propio desarrollo del musgo. Lo ideal es retirar las partes más afectadas para que no se contagien el resto.
Cuando los peces defecan, van almacenando suciedad en el acuario. Esto afea bastante el decorado que producen las algas y plantas de fondo. Además, esta planta es difícilmente subsanable mediante sifonado. Esto se debe a que la depresión que se produce por la extracción de la capa sucia arrastra los filamentos de la planta.
Si no se poda cuando alcanza gran tamaño, su textura filiforme puede originar atascos en los filtros. Para ello, lo más recomendable es ir podándola para que adquieran la forma del objeto al que fue cosido.
En cuanto a las condiciones del agua, necesita temperaturas que ronden entre los 18 y 26 grados. De esta forma se asemeja a las temperaturas en las que vive en su hábitat natural. Para introducir esta planta con peces, tienes que tener en cuenta de que el rango de temperaturas sea compatible. El pH del agua debe estar entre 6,5 y 8 y la dureza entre 10 y 12.
Reproducción de Vesicularia dubyana
Para reproducir esta planta se utiliza la técnica del esquejado o reproducción vegetativa. Para llevarla a cabo se separan de la masa principal del musgo unos cuantos filamentos. Debe ser lo suficientemente grande y maduro como para poder ser replantado y que crezca.
Se puede replantar en el mismo u otro acuario, dependiendo de la necesidad. El esqueje se puede colocar alrededor de un objeto como la planta madre o en la arena cerca de alguna roca que utilizará para enroscarse. Es importante que el agua donde se replante no esté nueva Necesita una concentración de cloro algo más baja. De lo contrario podría morir a los primeros días tras ser replantada.
El musgo de Java crece muy bien sobre las cáscaras de coco, las maderas fósiles y las rocas volcánicas. Esto puede darle a nuestro acuario un toque más tropical. Además, es una planta anfibia que puede continuar su crecimiento enraizada sobre objetos emergidos
Por último, un consejo para aquellos que quieran tener esta planta en sus acuarios es que, aunque sea fácil de cuidar, puede dificultar el cuidado general del acuario. Si eres novato en el mundo de la acuariofilia, es mejor que utilices plantas de plástico y escojas peces con cuidados sencillos. Una vez vayas manejando los cuidados, ya puedes aventurarte a introducir musgo de Java 🙂
Muy buena la información.