Una reciente operación de las autoridades mexicanas logró la incautación de más de 3.400 ejemplares de tortuga pavorreal (Trachemys venusta y, en algunos reportes, Trachemys scripta) en una carretera del estado de Chiapas. Los animales eran transportados hacinados en cajas de cartón y su destino era el tráfico ilegal para su venta en el mercado negro, principalmente en la Ciudad de México.
El operativo, llevado a cabo por diferentes instancias gubernamentales como la Fiscalía General de la República, Guardia Nacional, Ejército, policía local y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), detectó el cargamento durante una revisión rutinaria en el kilómetro 46 de la carretera que conecta San Cristóbal de las Casas con Chiapa de Corzo. Los ejemplares, en su mayoría crías, se encontraban en condiciones deficientes y carentes de la documentación que acreditara su traslado legal, acto que contraviene la normativa ambiental vigente.
Detalles del decomiso y situación legal
Durante el dispositivo de seguridad fue arrestado un hombre identificado como José “N”, quien reconoció que la intención era trasladar las tortugas a la capital del país para su venta ilícita. Las autoridades pusieron al detenido a disposición del Ministerio Público y se le abrió una investigación para determinar su grado de responsabilidad conforme a la ley.
Se han contabilizado entre 3.427 y 3.450 tortugas dentro del mismo operativo, dependiendo de las fuentes oficiales, todas ellas de la especie comúnmente conocida como tortuga pavorreal. Estos reptiles, también llamados «hicotea» o «pecho de carey», son considerados de especial protección por su sobreexplotación tanto para consumo alimenticio, como ornato o mascotas, según la Universidad Veracruzana.
El destino de las tortugas y la respuesta institucional
Tras el aseguramiento, la Profepa se responsabilizó de los ejemplares, trasladándolos a una Unidad de Manejo Ambiental (UMA) acreditada para recibir la atención veterinaria y valoración necesarias. Los especialistas evaluaron su estado de salud general, afectadas por el estrés y las condiciones de hacinamiento durante el transporte.
La Profepa inició un procedimiento administrativo y anunció que mantendrá un seguimiento sobre los animales para priorizar, siempre que sea posible, su regreso al entorno natural. La autoridad ambiental remarcó la gravedad del comercio clandestino de especies y ha pedido la colaboración ciudadana para denunciar cualquier actividad que atente contra la fauna silvestre.
Características y riesgos de la tortuga pavorreal
La tortuga pavorreal (Trachemys venusta o scripta) es la mayor de las tortugas deslizadoras comunes en México. Puede alcanzar hasta 48 cm de longitud y pesar entre 4 y 5 kilogramos en la adultez. Su caparazón es alargado, de color verde olivo, con bandas y contrastes en tonos amarillos, naranjas y negros. La piel, la cabeza y las patas presentan líneas amarillas y oscuras, lo que le confiere un aspecto llamativo y característico.
Estas tortugas tienen la capacidad de regular su temperatura corporal, lo que les permite exponerse menos tiempo al sol y optimizar su metabolismo. Se mantienen bajo especial protección por la presión que sufren debido a capturas ilegales y comercio tanto en México como en el extranjero.
La recolección y el tráfico ilegal no solo afectan directamente a la especie, sino que también representan una amenaza concreta para la biodiversidad nacional. Las autoridades reiteran su compromiso de combatir el tráfico de fauna y preservar el patrimonio natural de México.
Las acciones coordinadas que permitieron este decomiso y rescate de las tortugas pavorreal evidencian la importancia de la colaboración interinstitucional y la vigilancia activa en las rutas de mayor riesgo. Lo que comenzó como un traslado clandestino de reptiles sirvió como ejemplo de la necesidad de proteger la vida silvestre ante el comercio ilegal que aún persiste en diferentes regiones del país.