A muchos peces se les pone el nombre común por su tremendo parecido con la especie a la que se le compara. Por ejemplo, el pez loro y el pez cebra, han ganado sus nombres porque se asemejan a la cebra y al loro. Hoy vamos a hablar de otro pez cuyo nombre común se lo ha ganado por su parecido al lobo. Sí, vamos a hablar del pez lobo.
El pez lobo es conocido también como bagre del atlántico, bagre del océano y pescado del diablo. Su nombre científico es Anarhichas lupus y pertenece a la familia anarichádidos. ¿Quieres conocer todo sobre este pez?
Características del pez lobo
Los peces pertenecientes a esta familia se han encargado desde siempre a controlar las poblaciones de cangrejo verde y erizo de mar. Esto hace que el valor de esta especie sea alto, puesto que nos ayuda a controlar determinadas especies que resultan más perjudiciales para el hábitat si se dejan sin vigilancia alguna. Además, el pez lobo es un indicador del buen estado del fondo marino, ya que si estuviera contaminado, no podría sobrevivir.
El pez lobo tiene un aspecto único y especial que lo hace distinto del resto de ellos. Dispone de unos dientes que se asemejan a la mandíbula de un lobo. Consta de cuatro a seis dientes colgantes con bastante fuerza y de forma cónica. Son iguales los inferiores y los superiores y tiene una fila central con cuatro pares de molares y las filas exteriores albergan dientes cónicos despuntados.
En la parte inferior de la mandíbula tiene dos filas de molares y detrás los dientes en forma cónica. La garganta la tiene cubierta de pequeños dientes dispersos.
En cuanto a su cuerpo, tiene una forma alargada y sub cilíndrica en el frente, con una textura lisa y resbaladiza. Sus escamas son rudimentarias y se incrustan y ocultan casi toda su piel.
El pez lobo más grande registrado midió 1,5 metros de largo y con casi 18 kilogramos de peso. El color de este pez suele variar entre púrpura y marrón, verde oliva opaco y un gris azulado. Tiene una aleta dorsal uniforme que se extiende por toda la espalda y una aleta que parte desde la zona donde respira hasta la aleta caudal. Dispone de unos pectorales grandes y redondeados y no tiene aletas pélvicas. Su cuerpo se asimila al de una anguila y, por ello, nada muy lentamente.
Hábitat
A este pez se le puede encontrar en las costas oeste y este del océano Atlántico. También se le puede encontrar en el estrecho de Davis, cerca de la zona canadiense de Nunavut.
Alguna vez se le ha podido avisar en Nueva Jersey.
Al no saber nada muy bien, son peces estacionarios. Suelen permanecer cerca de sus casas construidas en las rocas. Se encuentran continuamente en la zona bentónica del océano (fondo marino) y se les puede ver en pequeñas cuevas y rincones que forman las rocas. Las profundidades a las que vive están entre 20 y 500 metros. Les encanta el agua fría, siempre y cuando mantenga una temperatura entre -1 y 11 grados. Para sobrevivir a estas temperaturas tan bajas mantienen su sangre en continuo movimiento gracias a un anticongelante natural que tienen en su interior.
Alimentación
El pez lobo utiliza sus mandíbulas para comer moluscos, crustáceos y equinodermos. Es muy raro que se alimente de otros peces, tan solo en circunstancias extremas. Cuando se alimentan de otros peces los hacen de berberechos y algunas almejas grandes.
Tiene grandes dotes para la caza y es capaz de controlar las poblaciones de erizos de mar y cangrejos verdes. Cuando las aguas están limpias, la abundancia de este pez crece, por lo que es más fácil controlar a las poblaciones de estos animales y que no afecten gravemente a la salud de los ecosistemas bentónicos.
Reproducción
La forma de fecundar los huevos del pez lobo es muy diferente a la de otros peces, como por ejemplo el pez luna (enlace). En vez de depositar los huevos la hembra en el océano abierto para que los peces machos se encarguen de fertilizarlos y continúen con su camino hacen lo siguiente: fertilizan los huevos internamente y el macho permanece en el nido, protegiéndolos durante un periodo de unos cuatro meses. Cuando las crías son lo suficientemente grandes y fuertes como para ser independientes, el macho se retira de su nido.
Los huevos que deposita la hembra suelen tener un tamaño entre 5,5 y 6 mm de diámetro. Son de los huevos más grandes conocidos actualmente. Su color es amarillo opaco y se colocan en el fondo del océano cerca de las aguas de bajío. Esto es, las crestas que se forman sumergidas de forma natural y que se recubren de arena.
También se pueden encontrar los huevos pegados en macizos sueltos rodeados de algas y piedras. Para reproducirse, los peces lobo necesitan pasar más de seis años de madurez.
Estado de conservación
Las poblaciones de peces lobo han disminuido drásticamente en las zonas del Atlántico debido a la sobrepesca y las capturas accidentales (como la pesca de arrastre). Además, los buques que emplea la técnica de arrastre destruyen los hábitats donde se refugian los peces lobos y construyen los nidos para proteger a los alevines hasta que son mayores.
Las redes capturan diferentes especies y rocas pesadas que va arrastrando todo a su paso. La pesca recreativa, aunque no al mismo nivel que la comercial, también está afectando a la supervivencia del pez lobo.
A pesar de ello, en la actualidad, el pez lobo del Atlántico se clasifica como una Especie de Preocupación Menor. Estas especies son aquellas en la que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos junto con el Servicio Nacional de Pesca Marinas posee algunas preocupaciones con respecto al estatus de las poblaciones y sus posibles amenazas, pero no se tiene una información suficiente como para clasificarla como en Peligro de Extinción e imponer una Ley de Especies para su protección.
Ya conocéis algo más sobre otra especie de pez que habita en nuestros océanos. El pez lobo, todo un depredador y único de su territorio.