El pez tres colas (Anthias anthias) es una especie marina perteneciente a la familia Serranidae, destacada por su apariencia llamativa y su peculiar comportamiento social. También conocido como pez tres aletas, este pez se caracteriza por su intenso color rosado-anaranjado y las tres bandas amarillas que adornan su cabeza.
Características del pez tres colas
El pez tres colas posee un cuerpo pequeño y comprimido, con una longitud que suele rondar los 15-20 cm en la edad adulta, aunque se han registrado ejemplares de hasta 25 cm. Su fisonomía es ovalada y algo alta, con ojos grandes y prominentes que le otorgan una excelente capacidad visual para detectar presas y depredadores en las profundidades marinas.
Aletas y morfología:
- La aleta dorsal tiene el tercer radio espinoso más largo y filamentoso, sobre todo en los machos.
- Las aletas ventrales son alargadas y en forma de bandera, lo que le brinda mayor agilidad en el agua.
- La aleta caudal es ahorquillada, con el lóbulo inferior más largo que el superior, lo que le da su aspecto distintivo.
La coloración del pez tres colas es uno de sus rasgos más llamativos. Su cuerpo es predominantemente rosa con tonalidades anaranjadas, acompañado de tres líneas amarillas en la cabeza que recorren la zona ocular. En los machos, las aletas pélvicas tienen puntas amarillentas que se intensifican a rojo brillante durante la época de celo.
Hábitat y distribución
El pez tres colas habita principalmente en fondos coralinos y rocosos, donde encuentra protección en grietas y oquedades. Su rango de profundidad varía entre los 20 y 50 metros, aunque se han encontrado ejemplares a más de 200 metros. Prefiere aguas templadas y suele ser más activo durante el crepúsculo, momento en el que sale a alimentarse.
Su distribución abarca distintas regiones del océano Atlántico oriental y el mar Mediterráneo, en especial cerca de costas rocosas donde los arrecifes le ofrecen refugio. Durante el invierno, migran a aguas más profundas, mientras que en verano pueden acercarse hasta los 30 metros de profundidad.
Comportamiento y reproducción
El pez tres colas es una especie gregaria, lo que significa que suele encontrarse en bancos de individuos. Sin embargo, la densidad de estos grupos puede variar dependiendo del entorno y la época del año.
Una de sus particularidades más interesantes es su hermafroditismo proterogínico, lo que significa que los ejemplares nacen como hembras y, en determinadas condiciones, pueden cambiar de sexo y convertirse en machos. En cada grupo, suele haber un macho dominante que protege y lidera a las hembras. Cuando este muere, la hembra de mayor jerarquía asume el rol masculino.
La época de reproducción del pez tres colas tiene lugar durante los meses de verano. Durante este período, los machos cambian su coloración y realizan exhibiciones rituales para atraer a las hembras. Tras el desove, los huevos son planctónicos, flotando en la corriente hasta que eclosionan.
Alimentación
El pez tres colas es un carnívoro oportunista que se alimenta principalmente de:
- Zooplancton
- Crustáceos planctónicos
- Larvas de peces
- Pequeños invertebrados epibentónicos
Su estrategia de caza consiste en nadar contra la corriente para capturar sus presas con mayor facilidad. Es un pez ágil que permanece en continuo movimiento mientras se alimenta.
Importancia y estado de conservación
El pez tres colas tiene cierta importancia en la pesca deportiva, aunque su captura no suele ser masiva debido a que no es una especie de interés comercial significativo. Se le considera un indicador ecológico de la salud de los arrecifes coralinos, por lo que su conservación es fundamental para la biodiversidad marina.
En la actualidad, no se encuentra bajo amenaza grave, aunque la degradación de los hábitats marinos por la contaminación y el cambio climático podrían afectar su población a largo plazo. La sobrepesca en ciertas áreas también representa un riesgo para la estabilidad de sus poblaciones.
El pez tres colas es una especie fascinante que destaca por su belleza, comportamiento social y capacidad de adaptación a su entorno. Su papel en los ecosistemas marinos lo convierte en un elemento clave en la cadena alimenticia, y su preservación es esencial para garantizar el equilibrio de los arrecifes en los que habita.