La naturaleza no deja de sorprendernos en todo momento. Aunque el hábitat de los peces se encuentra dentro de los mares y océanos, existen peces como el pez volador que tienen características en la morfología de su cuerpo que los hacen tener grandes habilidades en el planeo fuera del agua. Se trata de los impresionantes peces voladores.
¿Cómo es posible que un pez, cuyo hábitat se encuentra bajo el agua, tenga habilidades para planear fuera de ella? Si quieres descubrir todo lo relacionado con estos peces voladores, sigue leyendo 🙂
Características del pez volador
Existen muchas especies de peces voladores y todos pertenecen a la gran familia de los Esocétidos, del orden Ateriniformes. La especie más común conocida como pez volador se le conoce como Exocoetus volitans.
Estos peces tienen grandes aletas pectorales que toman un aspecto de ala y es la razón por la que se le ha puesto ese nombre. Estas «alas» les otorgan la capacidad al pez de planear con relativa facilidad fuera del agua. Su cuerpo, además, posee una morfología muy dinámica al que se le une sus aletas pélvicas y lo hacen ser un auténtico pez volador.
Estos peces se pasan la mayoría de su tiempo cerca de la superficie del océano donde realizan sus saltos y sus vuelos, como si de pájaros se tratasen. Sus aletas presentan diferentes tamaños, siendo en algunos muy grandes, lo que hace que se vean con más de dos aletas.
Otra característica que tienen los peces voladores que los hace ser tan especiales son sus ojos. Los tiene de forma tan aplanada que presentan una vista súper brotada y casi más grande que su órbita. Esta forma de los ojos, como todo en la biología de los organismos vivos, tiene su razón de ser. Y es que, gracias a estos ojos, son capaces de mirar con mucha facilidad fuera del agua mientras realizan sus vuelos. También les favorecen para evadir a los depredadores, ya que estos peces son atacados por un gran número de ellos.
A través del tiempo y la evolución, han podido desarrollar esta habilidad de «volar» para mantenerse activos y cuidarse de los depredadores que no poseen esa capacidad. Son capaces de mantenerse planeando durante unos segundos, lo que le otorga gran ventaja en la huida de sus depredadores.
También son considerados animales muy inteligentes, ya que han podido añadir estas habilidades a lo largo de su evolución para aumentar sus posibilidades de supervivencia en el océano.
Forma de su cuerpo y vuelo
El cuerpo de estos peces está forrado con grandes escamas cuya consistencia es suave. Gracias a que no pesan mucho, pueden planear durante más tiempo en el aire cuando pegan el salto. Tienen el lóbulo superior de la aleta caudal de un tamaño mediano y en el borde de su cuerpo presenta algunos repliegues que van hacia ambos lados.
El cuerpo tiene un color castaño con algunas tonalidades más oscuras en el dorso y una banda de color blanco detrás de las aletas pectorales. Las aletas pélvicas y pectorales son las que emplea para el vuelo y su cola es el motor de arranque para impulsarse.
Cuando estos peces alzan el vuelo (de nuevo aclaramos que no es un vuelo como tal, sino más una actividad de planeo extremo) es todo un espectáculo. Cuando realizan un planeo, son capaces de recorrer distancias entre 60 y 100 metros a una velocidad de 55 kilómetros por hora. Esto es algo impresionante en la naturaleza y, por ello, no deja de sorprendernos. Un pez, cuyo hábitat se encuentra dentro del agua, es capaz de «volar» fuera de ella recorriendo esas distancias.
Para conseguir recorrer estas distancias, necesitan batir sus aletas más de cincuenta veces en tan solo un segundo. Gracias a este aleteo pueden mantener el planeo hasta conseguir recorrer más distancia.
Ver a un pez volador planear es algo fantástico, pero ver a un bando de todos ellos realizar estas maniobras de planeo, es todo un espectáculo de la naturaleza. Estos peces se encuentran la mayoría del tiempo haciendo estos saltos y manteniéndose fuera del agua.
Durante la época de verano se les puede ver merodear cerca de las playas. Son capaces de aprovechar las corrientes de aire para desarrollar aún más su capacidad de vuelo y alcanzar distancias de hasta cuatrocientos metros.
Hábitat
Como se ha mencionado antes, los peces voladores se establecen en zonas cuya profundidad es baja. Se alejan de la costa en invierno y las vuelven a visitar en verano. Las aguas preferidas de estos peces son las tropicales y subtropicales.
Son buenos refugiándose en lugares donde obtener fácilmente su alimento. El pez volador más común se establece en las aguas del Atlántico y el Mediterráneo.
Alimentación
La alimentación de estos peces es básicamente comer plancton. En muchas ocasiones también pueden comer otros peces pequeños y algunos de mediano tamaño. Este pez no es muy peligroso.
Sus huevos son utilizados en Japón para preparar el sushi. Este pez no se preocupa demasiado por su alimentación, sino que se encarga más en mantener sus vuelos aerodinámicos.
Reproducción
Estos peces se reproducen por huevos. Son depositados por las hembras sobre las algas u otro elemento marino que les sirva para mantenerse cerca de la superficie del agua. Los huevos se mantienen unidos por pequeños cordones muy delgados.
Cuando los huevos eclosionan salen muchas larvas que no muestran para nada ningún parecido con las características de un pez volador. Conforme se hacen adultos, adquieren sus características especiales.
Estos peces no están en ningún estatus de protección. Sin embargo, sus huevos son muy preciados para hacer el sushi. Para evitar su amenaza en las poblaciones se debe encontrar algunas leyes que ayuden a proteger a estos peces y poder conservarlos. Su depredador más común es el pez vela. Tras este pez, también es un fuerte depredador el atún, la caballa y el pez espada.
Como podéis ver, la naturaleza no deja de sorprendernos y nos ofrece espectáculos como este. Los peces voladores son dignos de ver y nos ofrecerá algo que jamás hayamos visto.