Un inesperado fenómeno ha despertado inquietud entre los pescadores de Pucusana y Punta Negra. Durante los últimos días, se ha observado una notable presencia de pejerrey y pota en las orillas de los muelles, algo poco habitual para esta época del año y que ha captado la atención tanto de los trabajadores del mar como de las autoridades locales.
Varios vecinos y pescadores han aprovechado la situación, recogiendo directamente los ejemplares varados con las manos, según muestran numerosos vídeos compartidos en redes sociales. Esta abundancia repentina ha supuesto un ingreso momentáneo para los pescadores artesanales, aunque también ha generado preocupaciones por el futuro de la actividad pesquera y la disponibilidad de especies en la zona.
Alarma entre los hombres de mar por el impacto en la pesca artesanal
Juan José Siles, dirigente del gremio de pescadores de Pucusana, ha manifestado su inquietud ante la presencia inusual de grandes bancos de pota en las inmediaciones del muelle. Según Siles, la pota es vista como una especie carroñera y depredadora que, al acercarse a la costa, puede amenazar la supervivencia de peces pequeños como el pejerrey y la pintadilla. También puedes consultar sobre el pez guitarra gigante para entender mejor este tipo de especies en peligro.
«Al principio parece una oportunidad para ganar dinero rápido, pero si la situación se mantiene, es probable que se reduzca notablemente el número de especies menores, esenciales para la pesca artesanal», explica Siles. El dirigente recalca que lo que hoy supone una bonanza puede derivar en una escasez preocupante en las próximas semanas si la presión sobre las especies de orilla continúa.
Posibles causas y el papel de los factores ambientales
Especialistas y autoridades pesqueras vinculan este fenómeno con cambios en las condiciones del mar, como variaciones inusuales de temperatura y oxígeno, que pueden empujar a estas especies a abandonar sus hábitats habituales y buscar refugio cerca de la costa. La pota, en particular, suele habitar aguas más profundas y no es habitual encontrarla tan cerca de la superficie.
Además, el estrés ambiental provocado por contaminación o hipoxia también se menciona como posible desencadenante, ya que estos factores pueden desorientar a los peces y hacer que terminen varados fuera de sus zonas habituales. Este patrón de varazones se ha registrado en otras zonas del litoral peruano durante las últimas semanas, mostrando la repetición de una tendencia preocupante. También puede ser útil revisar cómo los cambios en el ecosistema marino afectan a especies como el pejerrey.
La búsqueda de alimento es otro de los motivos señalados. En áreas con alta concentración de peces pequeños o crustáceos, la pota puede seguir a sus presas hasta la orilla, trayendo consigo a otras especies como el pejerrey.
Reacciones y medidas ante la situación del pejerrey
La comunidad pesquera está tomando cartas en el asunto. Durante las últimas jornadas se han celebrado reuniones urgentes entre pescadores y autoridades locales para definir las acciones necesarias para proteger la pesca artesanal y garantizar que el pejerrey y otras especies tradicionales no desaparezcan de la costa.
Los propios pescadores destacan que la “pesca chica”, donde el pejerrey es protagonista, es el sustento diario de decenas de familias en la zona. La invasión de pota obliga a muchos a replantear sus estrategias de pesca, mientras se busca un equilibrio que permita aprovechar la bonanza actual sin comprometer el futuro del sector.
Por ahora, el litoral de Pucusana y Punta Negra sigue mostrando escenarios poco habituales, con pejerreyes y potas al alcance de la mano. La incertidumbre sobre las consecuencias de este fenómeno sigue latente mientras los especialistas profundizan en su análisis.