A lo mejor nunca te ha pasado, o a lo mejor sí, y te has preguntado qué ha pasado con ese pez que quizás era el que más te gustaba o uno de los que te llamaban la atención por su físico, pero, de la noche a la mañana ha desaparecido. ¿Qué ha pasado con él?
En este artículo te vamos a ayudar a entender las razones más comunes por las que los peces desaparecen en un acuario y qué puedes hacer cuando esto ocurra. A veces, los peces simplemente se esconden, pero en otras ocasiones, puede haber otros factores inesperados. ¡Vamos a desglosarlo todo!
Posibles razones por las cuales tu pez ha desaparecido en el acuario
1. El pez se esconde en los elementos del acuario
Una de las razones más comunes es que los peces se esconden en los juguetes o en las plantas del acuario. Algunas especies de peces, como los Plecos o los Loach, disfrutan buscando refugio, especialmente si se sienten amenazados o estresados. Los troncos, las rocas y las plantas acuáticas pueden ofrecer escondites perfectos, algunos de ellos tan buenos que puedes pasar por alto a tu pez varias veces.
Si has revisado las decoraciones del acuario y sigues sin encontrarlo, no te alarmes de inmediato. Hay peces que pueden esconderse debido a cambios en el entorno o simplemente por timidez. En este caso, es útil observar el ecosistema del acuario:
- ¿Has añadido algún pez nuevo que podría estar estresando a los habitantes actuales?
- ¿Ha habido cambios en los parámetros del agua?
- ¿Están las decoraciones del acuario bien distribuidas, ofreciendo tanto refugio como espacio para nadar?
Si todo está en orden, lo mejor es esperar que el pez salga por su cuenta.
2. Ataques de otros peces
Desafortunadamente, una causa común de la desaparición es que uno de tus peces haya sido atacado y comido por otros. Esto es más común cuando se mezclan especies incompatibles en el acuario. Por ejemplo, si tienes peces más grandes con otros más pequeños que pueden parecer bocados apetitosos, es posible que el pez haya sido depredado sin dejar rastro.
Es importante investigar el comportamiento de tus peces y saber cuáles pueden convivir pacíficamente entre sí. La alimentación insuficiente también puede ser un detonante para que los peces más grandes ataquen a los más débiles o pequeños, especialmente por la noche, cuando la actividad predatoria aumenta. Asegúrate de proporcionar una cantidad adecuada de alimento para evitar comportamientos agresivos.
3. El pez ha sido succionado por el filtro o calentador
Otra posibilidad que a menudo se pasa por alto es que el pez haya entrado en el compartimento del calentador o la bomba del filtro. En algunos acuarios, hay pequeños espacios entre el compartimento de la bomba/calentador y el resto del acuario donde los peces más pequeños pueden colarse sin que te des cuenta.
Estos espacios son especialmente atractivos para peces juveniles o pequeños, que pueden buscar refugio allí para sentirse seguros. A veces, puede ser difícil sacar al pez de estos lugares sin vaciar el acuario. Si esto sucede, y observas que un pez persiste en esconderse allí, puede significar que está bajo mucho estrés o que se siente incómodo con sus compañeros de acuario.
La solución es reducir o eliminar esos espacios para evitar que los peces se aventuren en lugares peligrosos. También es importante asegurarse de que la potencia de la bomba no sea demasiado alta, lo que puede resultar en que los peces más pequeños sean succionados al área del filtro.
4. El pez ha saltado fuera del acuario
En algunos casos, un pez puede haber saltado fuera del acuario y no te habrás dado cuenta de inmediato. Esto suele suceder si hay espacios abiertos en la tapa del acuario. Es especialmente común en peces como los Bettas o los cíclidos, que son saltadores conocidos.
Si sospechas que tu pez ha saltado, revisa alrededor del acuario cuidadosamente, especialmente detrás del mueble donde está colocado. Los peces saltadores pueden hacerlo con sorprendente precisión, a menudo a través de pequeñas aberturas en la tapa del acuario o incluso del sistema de alimentación automático.
Para evitar que esto suceda, asegúrate de que tu acuario tenga una tapa adecuada y bien sellada. Incluso si tienes peces que normalmente no son saltarines, es mejor prevenir que tener lamentaciones después.
5. Enfermedad y muerte
Otra causa de la desaparición es la enfermedad. Un pez enfermo o moribundo puede retirarse a un rincón oscuro del acuario para morir, y en algunos casos, puede suceder que los otros peces o los caracoles se alimenten de su cuerpo antes de que lo notes.
Los acuarios que contienen caracoles pueden ver una descomposición rápida de un pez fallecido, a veces en cuestión de horas, especialmente si el pez es pequeño. Los caracoles, como los caracoles Nerita, se alimentan de la materia muerta. Además, algunos peces carroñeros dentro de los acuarios también pueden contribuir a que el cuerpo desaparezca.
Si sospechas que un pez ha muerto, es crucial medir los niveles de amoníaco y nitritos para evitar picos que podrían dañar al resto de los habitantes del acuario debido a la descomposición.
¿Cómo evitar estos problemas en el futuro?
La mejor manera de evitar que tus peces desaparezcan en el acuario es mediante la prevención y el monitoreo activo:
- Supervisa las interacciones entre los peces. Asegúrate de que todos los peces son compatibles y no hay señales de acoso.
- Verifica los espacios ocultos. Asegúrate de que no haya lugares peligrosos en tu acuario donde los peces puedan quedar atrapados o succionados.
- Controla los parámetros del agua. El estrés debilita a los peces e incrementa la probabilidad de que busquen refugio en lugar de nadar libremente.
- Utiliza una tapa adecuada para prevenir saltos inesperados. Esto es especialmente importante si tienes especies conocidas por ser activas.
Qué hacer si encuentras a tu pez en un estado crítico
Si has logrado encontrar a tu pez después de una desaparición prolongada y parece estar en mal estado, puedes intentar lo siguiente para recuperarlo:
- Separación: si tienes un acuario de cuarentena, es preferible trasladar al pez para que se recupere sin el estrés de otros peces.
- Enriquecimiento de la dieta: proporciona alimentos ricos en nutrientes como artemias o gusanos de sangre, que son excelentes para fortalecer peces débiles.
- Monitoreo regular: para garantizar una correcta recuperación, vigila de cerca su comportamiento y asegúrate de que, al ser reintroducido, no sea acosado por otros peces.
Recuperar a un pez que haya estado desaparecido y debilitado depende en gran medida de su salud general antes de la desaparición y de la rapidez con la que se le trate.
En cualquier caso, la desaparición de un pez puede ser alarmante, pero con un poco de paciencia y siguiendo estos consejos, podrás evitar que ocurra en el futuro.