Muchas personas que tienen acuarios buscan crear un espacio visualmente atractivo lleno de los peces más hermosos y coloridos. El objetivo es disfrutar del espectáculo que ofrecen estos animales, tanto por sus vibrantes colores como por el suave movimiento de sus aletas cuando nadan. Entre los peces catalogados como los más bellos del mundo se encuentra el pez Mandarín, conocido no solo por sus colores exquisitos, sino también por su comportamiento fascinante y carácter único.
¿Qué es el pez Mandarín?
El pez Mandarín (Synchiropus splendidus) es una especie nativa del océano Pacífico, especialmente de las islas Ryukyu en Japón hasta las aguas alrededor de Australia. Es un pez que habita en los arrecifes de coral y lagunas tropicales poco profundas, donde se esconde entre las rocas y corales. Su tamaño no suele superar los 6 centímetros, lo que lo hace aún más fascinante dado su deslumbrante apariencia y comportamiento esquivo.
Un pez de colores hipnóticos
El pez Mandarín es conocido como el pez psicodélico por los efectos visuales que genera con su combinación de colores brillantes y patrones intricados. Su cuerpo azul o turquesa está adornado con tonos vibrantes de naranja, amarillo y verde. Las franjas onduladas de estos colores, junto con contornos oscuros, hacen que parezca pintado a mano. Esta peculiaridad en su aspecto es una de las principales razones por las que el pez Mandarín es considerado uno de los peces más bonitos del mundo.
Además del Synchiropus splendidus, existe otra variedad conocida como pez Mandarín rojo (Synchiropus tudorjonesi), que se distingue por su cuerpo rojizo con manchas blancas y un vientre amarillo. El nombre común de estas especies proviene de los vestidos coloridos de los funcionarios de la China imperial, llamados mandarines.
Características físicas del pez Mandarín
Este pequeño pez se caracteriza por tener un cuerpo alargado, ojos grandes y prominentes, y un par de aletas dorsales que le permiten nadar con gran destreza. Su piel, a diferencia de muchos otros peces, no tiene escamas, sino una capa viscosa que lo protege de parásitos y enfermedades. Este recubrimiento también tiene un olor característico que lo protege de posibles depredadores.
- Longitud promedio: 5 a 8 centímetros.
- Colores predominantes: Azul, naranja, verde y amarillo.
- Piel sin escamas, recubierta de una mucosa protectora.
Hábitat natural y comportamiento del pez Mandarín
El hábitat natural del pez Mandarín se extiende por todo el océano Índico y Pacífico. Estos peces prefieren las lagunas tropicales y los arrecifes de coral, nadando a profundidades que suelen oscilar entre los 3 y 18 metros. Su comportamiento es particularmente curioso: son peces tímidos que suelen esconderse entre las rocas durante el día, saliendo principalmente al atardecer o cuando están en proceso de apareamiento.
Son peces que apenas logran sobrevivir en acuarios recientemente montados, ya que dependen de formas de vida microscópicas presentes en los arrecifes para alimentarse. Es muy importante que su hábitat sea maduro y esté compuesto por rocas vivas que generen los microorganismos necesarios para su alimentación constante.
Cuidados en el acuario
Si decides tener un pez Mandarín en tu acuario, debes proporcionar un hábitat adecuado que imite su entorno natural. Esto incluye rocas vivas y una gran cantidad de microcrustáceos que son parte esencial de su dieta. Un acuario óptimo para estas especies debe ser de al menos 300 litros y debe estar bien establecido, idealmente con más de un año de antigüedad para asegurarse de que haya suficiente microfauna presente.
Los peces Mandarín tienen un patrón alimenticio exigente, ya que prefieren comida viva, como zooplancton y fitoplancton, que encuentran en las rocas vivas del sustrato. Aunque pueden consumir comida congelada ocasionalmente, no se recomienda como fuente principal de alimento, y nunca aceptarán comida seca.
- Volumen mínimo del acuario: 300 litros.
- Temperatura del agua: entre 24 y 27 grados Celsius.
- Alimentación: preferiblemente pequeños invertebrados; debe ser frecuente.
- Iluminación: alta.
- Corriente del agua: media.
Comportamiento territorial en acuarios
Es importante destacar que el pez Mandarín tiene un carácter fuerte y dominante, por lo que no es recomendable mantener múltiples machos en un mismo acuario, ya que esto podría derivar en peleas. Sin embargo, un macho puede convivir pacíficamente con varias hembras. Además, cuando los Mandarines están en pareja, realizan una hermosa danza de cortejo que es fascinante de observar.
Diferencias entre machos y hembras
Una forma de distinguir entre machos y hembras en el pez Mandarín es observando sus aletas dorsales. El macho posee una aleta dorsal más prominente y alargada, mientras que las hembras son generalmente más pequeñas y menos coloridas que sus contrapartes masculinas. Esta diferencia es especialmente notable durante el cortejo, cuando el macho despliega sus colores más brillantes y hace gala de su aleta dorsal extendida.
Aparición y danza de cortejo
El cortejo del pez Mandarín es un espectáculo único en la naturaleza. Los machos, con sus prominentes aletas dorsales, realizan una especie de danza hipnótica en las cercanías de la hembra. Este comportamiento es más frecuente al anochecer, cuando las luces del acuario o del océano tropical disminuyen, lo que permite apreciar los intensos brillos de sus colores bajo el agua.
Esperanza de vida y salud
En su ambiente natural, no se ha determinado con exactitud la esperanza de vida del pez Mandarín, pero en acuarios, este pez puede vivir hasta siete años si se cuida adecuadamente. Sin embargo, en muchas ocasiones, su mantenimiento en un acuario mal preparado puede reducir drásticamente su esperanza de vida a menos de un año.
Importancia de una cría responsable
Pese a la fascinación por sus colores, es crucial que se promueva la cría responsable de este pez. Mucho de los ejemplares disponibles en el mercado provienen de capturas salvajes, lo que impacta negativamente en sus ecosistemas nativos. La compra de ejemplares provenientes de criaderos es siempre preferible para evitar la destrucción de los arrecifes de coral y la sobreexplotación de la especie.
El pez Mandarín es un verdadero espectáculo visual que cautiva a quienes lo observan, pero también es una especie que requiere cuidados minuciosos y un ambiente adecuado para prosperar. Su belleza indiscutible lo convierte en uno de los peces más deseados para acuarios de agua salada, aunque es fundamental que cualquier intento de introducirlo en este entorno venga acompañado de un compromiso serio con su bienestar.